jueves

Třináct filmů

Escena 1 - exterior: Hoy pregunté a los porteros de la discoteca que crea el ambiente de mi lugar de trabajo si creen que existe el infinito y llegamos al acuerdo que ni uno de nosotros tiene por lo menos una idea vaga sobre ese asunto tan delicado para la mente occidental. Hasta parece que no suelen pensar en ello mucho.
Escena 2 - el libro decadente: El infinito es un invento de los occidentales. Lo queremos ver en todas las partes de nuestro paisaje y en todos los lados de nuestras posibilidades, por el infinito construimos tantas ventanas - para que las paredes occidentales no emitan tanto el límite de nuestro habitat. Lo necesitamos sentir para sentirse infinita mente libre. A los físicos no les gusta si sale de sus equaciones como su resultado, en tal caso prefieren encerrar su nueva teoría en un cajón fuerte, y dedicarse a algo diferente, sin hablar en voz alta sobre su supuesto fracaso, es que a los económistas les gusta el infinito y los matématicos tampoco pueden prescindir de Él. El dios ideal, perfecto y infinito era tal vez la idea más chunga de todas que se le ocurrieron a nuestra cultura tan guay.
Escena 3 - he visto un bicho: Hoy está de moda empezar la argumentación con: pero la gente o pero todo el mundo o pero en el mundo real o en realidad o pero tú también vives de dinero y tienes una casa y compras tu comida como la gente como los otros como los de siempre más y así se acaba la discusión, es que la gente siempre tiene razón. Y cuando alguién me dice pero la gente tiene miedo le digo y de qué tienes miedo tú para oír el silencio o para escuchar algo sinsentido sobre las arañas. Ya no quiero hablar por la gente e ya no siento el objetivo de ser objetivo e ya no necesito tener razón y ni siquiera la razón y en absoluto una verdad incómoda es que válida universal mente en todos los casos en contacto con todos los infinitos.
Escena 4 - humano: - El dinero es la herramienta de control más perfecta de todas las que el hombre blanco ha conseguido realizar.
- Había también dinero en otras civilizaciones más antiguas que la nuestra.
- Sí, pero funcionaba sólo como una herramienta de cambio, nunca se creaba el dinero del dinero mismo y nunca existía como el objetivo como el producto final de un acto de movimiento humano cualquiera salvo los colectores de dinero pero se consideraban raros como hoy se miran los colectores de martillos.
- Pero tú también usas dinero, verdad.
- Pero por lo menos trato de imaginarme una vida sin pasta una vida que no fuera de plata y una que podría prescindir de la ciudad de oro y del paraíso también.
Y ahora: no que la gente ya no se pudiera imaginar la vida sin dinero
sino: tú tienes que empezar a imaginarte un mundo sin dinero y no sin fronteras o si no lo pasarás fatal este sino tuyo de los principios de un siglo que te tocó.
Escena 5 - pues: Nos imaginamos que la existencia tiene que ser infinita es que somos así de blancos así de amantes de lo vacío y de la nada pero el infinito no viene ni llega ni se acerca ni nada y seguimos sin ello deseándolo es que hay que ser uno mismo escena 5.1 - por eso: no quiero tener mi razón y mi marco y mi punto de vista y mi perspectiva ni mi infinito propio pero
Escena 5b - entonces: está un poco confuso todo eso. Encarcelados en nuestros cánceres helados deseando algo que de definición no se puede conseguir por uno. Lo que todos llamaban la nada nosotros llamamos todo. Somos raros será porque la península europea está bastante fría. Quiero ser infinito o no joder no lo sé ambos a la vez y que ya sea así y así será y más o menos ya lo es.
Escena 6 - el mundo real: Sentir la tierra. Amar a todo el mundo. Aunque sea virual o hyperreal o enmascarado de un simulacro o un espectáculo o lleno de gente que ha dejado de escuchar sus pelos cuando hablan con el viento. Vivir la posmodernidad de mis músculos saber que mi corazón sabe que es reemplazable que mis pulmones no saben leer y por eso ignoran los aconsejos de ministerio de salud intuir que mi época me obliga vivir unos tiempos un poco esquizofrénicos. Sentirme seguro de mí mismo. Asegurado. Con todos los papeles. Exigidos. Social mente. Preocuparme. Por el bienestar de la sociedad. Por el beneficio de los de más. O algo así. Hay que tener miedo para participar en este mundo. Miedo de la vida, así de poderoso es el espectáculo. Miedo de ser el infinito. Miedo de poder tocar el paisaje con los ojos. Miedo de aceptar que todo lo que somos no existiera en nuestra imaginación sin la droga que se llama el dinero. Miedo de aceptar que los otros son nuestra vida y no sólo nosotros solos.
Escena 7 - pan: El universo empieza por debajo de la mesa y termina por encima. De vez en cuando surge allí de las huellas de vino tinto y de las migas de galetas un mapa de tesoro un mundo de nuevos paisajes unos que tienen cruzadas de caminos más redondas. La mesa es la isla que rodea el mar. Hace mucho tiempo que no necesito una mesa central en mi haitación. Hace tiempo que casi no salgo de mi cueva. Parado. Dicen que conectado.
Escena 8 - trabajo: Todo el mundo que está saliendo dice: hay que salir.
- cerebro: Salir de qué. - boca: Salir de qué. - a tomar unas copas - a dónde lo tengo claro pero de qué de qué están saliendo todos estos indios ibéricos y qué relación hay entre la copa y el rey aparte de la copa de rey. Los checos no salen, se van a emborrachar, a tomar uno que siempre se convierte en múltiples. Así parece ser el sino de todas las cervezas vacías. Y para los occidentales que usaban el alcohol como un argumento bastante válido durante sus conquistas una de las cosas más importantes en su construcción de ellos mismos es la necesidad de salir de irse de fiesta de dar un paseo de seguir sintiéndo que somos unos nómadas que prefieren el frío del desierto. Buscando la verdad encontrándome con el infinito sentado en la red viviendo mi vida respirando mis porros de piel. Es normal ser uno que trabaja para poder fumar para aguantar el curro. Hoy me dijo un tío que no sé cuánta energía le daba en el bocata que le vendía pero creó que lo sabía tampoco lo considero un trabajo leer y hablar con la gente.
Escena 9 - infinito: Pues para qué se puede usar esto a lo largo de la vida. Para tener un dios perverso que come las culpas y las penas y los dolores y el dinero. Para creer en las matemáticas y para dedicarte al progreso humano que matemática mente no es posible llevar hasta el infinito es que se desarrolla exponencial mente y como la superficie de la tierra está limitada y nosotros no somos más que un moho que piensa y parése ser que demasiado pues tampoco tanto si no tenemos claro que esto es una equación tan simple que ya se ve en todos lados como todo esto va explotando. Se siente como se mueven las placas tectónicas. En la infosfera. Entre las miradas de la gente. En mi cuerpo. Mi cerebro no cesa de crear estas grietas. Para tener un sitio donde las ideas puedan hacer sus carreras. Para poder tener esperanza y nunca la perder. Para que nuestras paralelas puedan echar un polvo. Hay muchos infinitos que cubren permanenta mente las superficies de nuestras habitaciones.
Escena 10 - interior: El universo es todo lo que tengo. El infinito hay que po-s-eer-lo. Está el vacío que llevamos dentro. Están todos nuestros errores. Todas las huellas que dejamos en el paisaje. Todos los fríos que nos trae el viento. Todas las preguntas que se quedan sin respuesta. Cada mirada del otro. Cada día necesito menos cosas. Como si el infinito se marchaba de mí y me importaba un pimiento de padrón de verdad no de padrón en dios sabe dónde. El infinito es bueno para la imaginación, no obstante sprengler dice en una frase que esta también es un invento occidental y justo es una de las consequencias de la necesidad de un infinito tal y cual sin embargo esto me parece interesante es que hasta aquella frase pensaba que la imaginación es una de los buenos y ahora habrá falta pensar un poco sin imaginación y luego tal vez desaparecerá infinito pero intuyo que no de todo. De nada. De la vida. Es que es cierto que la muerte no existe.
Escena 11 - amanecer: Voy a dormir. Cada día me empieza el día en otro tiempo.

2 comentarios:

jg riobò dijo...

El infinito a veces sirve de excusa ante la vida.

Janeth dijo...

Hola, las cosas cotidianas de la vida a veses nos dan trabajo, pero el cosmos o el universo o la cosmologia de cualquier lugar son pues, partes importantes de nuestro entorno, estas tienen leyes y nuestro deber es acatarlas para asi poder estar en armonia con nuestro entorno
Besitos
Janeth