domingo

Una novena de películas

Escena 1 - en el universo: Ayer, en una frase que borré, un copo de nieve atravesaba el cristal de un escaparate sin que este se moleste por lo menos un poco. Mira, dijo el espacio, me marcho, ya no me hace falta estar aquí. Y, por encima de mí mismo, ya no me gusta ser absoluto y vacío y entre los sistemas estrellares y tam poco me mola ir expandiéndome hacia el infinito. Y, de repente, el cosmos se sentía otra vez a su propia bola en su piel de siempre en el estado de una frescura brutal. El universo de nuevo se encuentra en el universo. Las cosas empiezan a hablar. Las plantas se ponen a viajar. Los hongos se unen a los rascacielos. Y los humanos de golpe devienen animales y contentos.
Contenido 2 - un libro: El brujo se ha puesto leer a Spengler para asegurarse que la decadencia del occidente se veía ya hace noventa años así que la crisis es más bien su forma natural que algo acontecido y que el nombre checo de ese libro que habla sobre un ocaso de algo acercó bastante. Los antiguos no llevaban en su mundo nada como el espacio. Hay términos que crea la era y la suya no necesitaba nada así. Tampoco hablaban de la libertad. Y no tenían ninguna antiguedad ninguna tradición que siempre es una traición ningún pasado para conservar. Los griegos vivían en el presente de cosmos. Cada lugar tenía sus dioses y cuando se mudaban, lo que practica mente no hacían, sus dioses se hacían mudos y aparecían los dioses-desde-detrás-del-horizonte.
Escena 4 - el salón con el agujero en el techo: Las cosas no están dentro del espacio, sino el espacio está dentro de las cosas. La alfombra está llena de polvo y evidenta mente no era la mítica que vuela. El interruptor mira a las nubes pensando en paro. La televisión sigue echando unas imágenes de colores. La mesa se rompió en mitad pero la madera después de muchos años otra vez recibe la luz de sol. Hay árboles que desean volver al bosque. Los cuadros se hallan en el suelo. Las revistas se mezclaron con la fruta. El sofa ya entiende para que se preparaba siempre cuando se le caía un cenicero por encima. La pantalla de la televisión está usada por unos cachos de carné de niños como un plano para deslizarse. Las imágenes se ponen de color rojo. Las huellas hacen a las cosas.
Escena 5 - la vida: Y si el infinito no existiera. Y tampoco existiesen los principios y los fines. Si el universo fuera la rueda considerada por los griegos siempre como una superficie. El tiempo. La flor de una rosa. Las ruedas dentro de la superficie. La cuadratura del círculo sonriendo. Hay un punto rodeado permanente mente por el cosmos. Un orden con ganas de caos. Un agujero negro. Una singularidad. Todo el peso del tiempo. Y nada de extensión. Y nada de tensión. La paz eterna. El movimiento que decidió no moverse. El vacío al que le apetece abrigarse de color. Un par de sentimientos del sentido. Un trozo de amor. Una velocidad de luz.
Escena 6 - el mundo: En el universo el desempleo no es posible. Hasta el paro se mueve buscando una posición más cómoda de la almohada. Para el mundo las palabras desempleo y vacaciónes resultan como el mismo espacio. Los tiempos también trabajan y pro-curran. Hoy en la tele hablaban de nuestra naturaleza que siente la necesidad de revancha. Los olivos que vengan. Los pájaros que atacan. La calle otra vez copia a una película. La crisis es un párafo que saussura el viento a la sociedad. Una inundación está simple mente un discurso del río orientado directa mente a la ciudad.
Escena 7 - en china: Cuando cierra en china una fábrica es como si en el primer mundo se pusiera de paro un estado entero pequeño en una mañana. Como si de repente dejase trabajar toda la galicia. Y todo el mundo se colocase inhalando el tiempo libre. Una in-fusión más. Los chinos dejaron de recibir el papel tirado de los blancos. Así que sus barcos tienen que ir a china vacíos y en los suburbios estadoudinenses aparecen montones de papel viejo para ser un día reciclado o algo. Quizás en china acaba de encontrar el capitalismo su enemigo digno. Los chinos no usan la carné de animales raros como peros o ratas, los que son bichos que no viven en todas as partes, para preparar la comida china de restaurantes europeas. Las chinas última mente están carísimas.
Escena 8 - la crisis: Nosotros mismos somos la crisis. Nuestras ideas y nuestros afectos y nuestros rostros son las caras de este evento y nuestros costumbres y nuestras identidades siempre a punto de asegurarse de algo y nuestros deseos que un día se diga que era un poco hijo de puta pero en realidad era una buena persona y sobre todo nuestra imaginación está en crisis. Perdimos la capacidad de ver el mundo. Nos perdimos. Siempre nos falta algo. Y somos nosotros lo que nos falta. Nos dicen que hay que buscar quién somos pero es todo una mentira. Hace falta dejar de buscar. Es lo que pasa ahora.
Escena 9 - el ojo azul: Y si todas las personas que me rodean fueran dioses. Si la mente ocupase el ojo y el ojo la dejaría salir de vez en cuando a sentir el viento. El cerebro quema el agua. El paisaje alimenta la mente. La energía hay que transformarla. El cuerpo es el chip hecho de luz. El futuro y el pasado existen sólo dentro del presente y fuera de presente no existe ni pasado ni futuro. Un abrir y cerrar de ojos.

1 comentario:

jg riobò dijo...

Dejame que deje abiertos los ojos, en este caso la imaginación.