jueves

El internet

Cuando las migas de tabaco entran entre los botones del teclado.
Cuando no te habías preparado el filtro.
Cuando aún no conoces las dobladas del humo.
Cuando atravesaste las páginas de una reserva de un vuelo.
Qué la praxis no esté relacionada con mi pensamiento que me de igual que voy a contaminar mogoYón.
Siento el moho de mis células.
Siento mis dedos tocando los acontecimientos del espacio virtual.
Siento la vida agujereando mis retinas.
Siento las imágenes descomponiéndose entre mis neuronas.
Siento mis pies andando por una sinapsis.
Siento la fusión de lo sintético y lo psícico.
Qué la praxis esté liquada en mi pensamiento que me de igual que me voy a contaminar magoYon.
Entre. Entre yo y mi vida. Entre calor y entre frío. Qué. Entre luz y su sombra. Entre silencio y ruido de planetas. Entre oscuridad y sus colores. Entre espacio y tiempo. Entre ser y no ser. Entre los dos. Entre los de más. Entre imagen y imagen. Qué entre la vida. Entre bien y mal. Entre tú y ella. Entre los freemasones. Entre el mundo real y dios. Entre la desaparición y aparición. Entre los acontecimientos de las diferencias. Dentro del retorno eterno. Y cuándo, por fin, llega el tiempo. Entre el cambio climático y la biosfera. Entre la frase y la imagen. Entre lo que es y lo que no es. Entre la mirada y la sabiduría. Entre la línea y el fuera del juego. Entre el jardín del manicomio y la última pared. Entre tu y yo. Entre tu entrada y mi saliba. Entre mi y mi madre. Está trabajando, así que conectada al Internet, así que contesta en vivo.
Escribiendo pararela mente e-mail sobre el fin de eso y la necesidad de cambiar sus movimientos por unos del pueblo de verdad, de menos que dos mil habitantes, es que la vida en la ciudad no tiene sentido, y justo ahora parece ser el tiempo de encontrar, por fin, los ojos de la red.
Hacia dentro y hacia fuera. Hacia aquí y allá. Hacia lugar de vista. Hacia los horizontes ardientes. Hacia la atmosfera roja. Hacia la litosfera enfadada. Hacia el tornado que busca los obstáculos. Hacia tu cola. Hacia el mechero. Hacia el fuego de un pitiyo. Hacia las galáxias del humo. Hacia el cenicero. Hacia unas vidas dobladas. Hacia unas fusiones. Hacia un reencuentro. Hacia la mirada de la ceguera. Y hacia la sombra de la hoguera. Hacia la chica de las palmas. Hacia multiescenario. Hacia el sistema educativo que se puede hacer licenciado fumando porros. Hacia el mío y él de José. Son dos frases que se me ocurrieron meando. Hacia un mundo sin responsabilidad. Hacia el amor. Hacia la luz. Hacia la mente de fuego. Hacia recomendar a tu madre la biografia de wittgenstein, lo que me acaba de pasar. Hacia la libertad definida como Todo lo que se me ocurre, llegará a realizarse. Hacia Pangea. Hacia el mayo que decidirá ser la maya. Hacia una cebra que recibe feliz mente los rayos de una tormenta corriendo según las leyes del rebaño. Hacia un mundo sin fondos. Hacia el aire. Hacia un mirador para ver emerger las montañas. Hacia un principio de un nuevo arroyo. Hacia un chamán de las imágenes. Hacia un dragón. Hacia un futuro. Hacia una haciyenda. Hacia unas exformaciones. Hacia un calendario en forma de un cuadrado redondo. Hacia una mitología que está por estar creada. Hacia una fluidez picada. Hacia una color blanca y negra. Hacia el polvo volando. Hacia unas vacaciones de las vacaciones. Hacia un tiempo sin tiempo. Hacia un parque jurrásico. Hacia la vibraciones resonantes. Hacia el movimiento. Hacia la creación. Hacia el día de dios. Hacia di os. Hacia nada. Hacia la visibilidad invisible. Hacia hasta luego. Pienso.

2 comentarios:

Jean Tonic dijo...

Estamos espaciados. Es bueno. Saludos de una licenciada a pesar de/gracias a los porros.

jg riobò dijo...

La manera de matar el tiempo evoluciona y lo que nos provoca también.