miércoles

La velocidad de luz

Un aspecto que subyace a toda la obra es el ya mencionado papel de las nuevas tecnologías en los mercados de capital; normalmente, una situación de inestabilidad financiera, sea local o global, ha tenido la posibilidad de ser atendida basándose en el tiempo que podía transcurrir desde que llegaban noticias más o menos inquietantes y el momento en que se tomaban las decisiones correspondientes. La interposición en este periodo de acciones de Gobierno podía representar un freno eficaz. En este momento, esta premisa ya no es válida; cualquier actor individual o colectivo tiene la posibilidad de actuar en forma instantánea en los mercados financieros en cualquier parte del mundo; esto significa que una noticia alarmante es seguida por una reacción rápida de los inversores; la velocidad ha pasado, por ello, a ser un factor de inestabilidad que hasta fechas relativamente recientes no había existido.Mercados de alta volatilidad como los correspondientes a las operaciones de cobertura son, hoy, impensables sin la posibilidad de transacciones intradía y requieren una vigilancia constante, sea por un experto humano o por un sistema experto; otros mercados menos volátiles han sufrido grandes cambios debido a la rapidez con la que se difunden tanto las informaciones como las reacciones a las mismas. Cualquier movimiento tiene, por este motivo, la posibilidad de alcanzar en cortísimo plazo, un efecto amplificador que alejaría al mercado de la estabilidad a la que se supone tender.

1 comentario:

jg riobò dijo...

Todo es puro simulacro a la máxima velocidad.