Dejemos el mundo quebrar en paz

Es una guerra contra trabajo. No hace falta hacer nada.
El dinero desaparece cuando no se usa. Simple mente no tenerlo.
Hoy he hablado con mis amigos sin tener que marcar su número.
Hoy me lo he pasado bien. El gato no me dirigó ni una sola palabra. He dejado de creer en los milagros. El otro mundo es posible. La gente, normal mente, no se necesita matar, las personas, en un mundo sin dinero, en el original, no se suicidan, no se puede robar al universo, no es que fuera prohibido, pero no es posible.
El capitalismo ha muerto.
No resistió su virtualidad. Ya no estaba capaz de mentir más. La mano invisible se cansó de llevar la máscara siempre puesta delante de su rostro. Orfeo acaba de dar la vuelta. La vida ya no es cubierta por el dinero. La comunicación ya no pasa a través de unas representaciones. El rey anda desnudo y todo el mundo ve que su culo de oro está manchado por la mierda de siempre. La vida no se corrompe cuando le falta pasta, sino cuando le sobra.
que esta vez lo han cagado de verdad.
Los que inventaron nuestro zeitgeist, los que diseñaron este cárcel, los que escriben la historia, los que proyectan el futuro próximo, los que interpretan y difunden los textos, los que abren y cierran nuestros ojos mandándonos a distancia.
Digamos que ahora sea un tiempo para salir. De la realidad. Del presente a presente. Del cuerpo que siente la obligación de trabajar. Para salir bien. De esta vida. Ya no es viable no ver que real mente no merece la pena.
Para empezar a vivir. A crear. A trasformar la energía. A respirar los cuentos. A mover las montañas. A ver con los ojos de un huracán. Hacia un encuentro alienígeno. Hasta la victoria de la tranquilidad. Hacia el centro de la galaxía, y luego m8s all8, por allí, bajando por el camino de toda la vida. Hacia una imaginación perdida. En lo que ve la Tierra cuando tiene sueño, pero aún no le apetece irse a la cama.
El sol brilla.
La nieve desaparece.
Las corrientes serán fuertes.