jueves

Bebé - te digo que no

Cuando te preguntará un niño por lo que hacías antes de la guerra, qué le dirás.
Cómo se puede explicar esta perdida del tiempo, cómo describir la nada de nuestras vidas apalancadas, cómo que, cuando estabamos libres, no sabíamos imaginar algo mejor.
Los ojos se pararán, la memoria pasará un instante difícil para justificar su propio pasado.
A quién vamos a ver, a quién vamos a pensar qué habíamos sido, quién vamos a ser.
Dónde parece que nos hallamos ahora.
En qué creemos, en qué pensamos, en qué estamos cerrados.
Los que no recordarán, noslo van a idealizar. Van a envidiar este paz que será inimaginable para ellos y otras cosas mitológicas, la luz nocturna en las calles de las ciudades y la televisión que como la bola de cristal nos enseña la gente de otros continentes y la comida simpre ordenada y cubierta con el plástico y el tiempo libre que llenabamos con movimientos incomprensibles y las naves espaciales, no, espera, los misiles los niños van a conocer de toda la vida, antaño se les fabricó un huevo.
Y nosotros callados. Pensando si no somos culpables. Dando las vueltas, una y otra vez, a la posibilidad que algo se había podido hacer de otra manera. Dudando. Buscando la expresión. La eplicación. La disculpa. Las palabras. La más propia versión. ,,...para que te lo puedas imaginar...''
Ya no vivirémos en el mundo lleno de las posibilidades y las oportunidades y las eventualidades, ya existirá solo un mundo demasiado real. Ya no vamos a vuscar la berdad ya no vamos a tener tiempo para algo así ya nos vamos a buscar la pura vida y nada más.
Cómo hacer entender que así eramos y que se veía venir que lo acabaría mal pero nadie hacía nada a propósito y yo me he encontrado hoy con esto http://ru.youtube.com/watch?v=2I3T_kLCBAw&feature=related
y la guerra se convertía del mal a una herramienta para producir nuestras mentes más flexibles y más convencibles y total mente vencidas.
Nos han subestimado. Nuestros cerebros bañados en el vacío descubrieron los colores del universo lejano. Cuando no nos encontrabamos, tomamos la decisión que estamos escapando que todo va en una de las buenas direcciones.Lo llamaban la posmodernidad pero, en realidad, lo era una meditación gobal. Vi al mundo masticando la teoría de relatividad con la boca abierta. Dentro de un mes y medio pasará el catorce de octubre. Los medios de comunicación pondrán la verdad más real que te puedas imaginar. Hablé con una película que se hizo un trozo de paisaje en una reserva natural. Cuando lo miro, me parece mucho más fácil salir de aquí. Tal vez va a doler y tal vez el dolor no existe y tal vez ya no les dejo hablarme de que soy un ente tresdimensional que necesita comer. Antes de la guerra, niña, la gente tenía miedo.
He volado a través de mi infancia y he volado por los paseos de diferentes instituciones y he volado con un avión que no cayó y he volado por el mediodía en una ciudad donde no había ni dios y he volado entre un rebaño de dragones y he volado por la red y he volado hasta acá y no puedo llegar a ver ninguna razón por la que debería vivir alguna vez algo diferente.
Mi curiosidad es infinita. Dech aré de luchar por mi libertad. Qué el universo vuele a través de mi cuerpo. Ya confio en mis células. He pasado por el blog de una y leía que se lo suelen pasar real mente bien. Alquien abrió la puerta de su percepción con un ruido esquissito y el gato paró la canción del colibri. Cuando veré el ojo azul del dios, me meteré a investigar los pliegues de su retina. Un día todos conseguiremos parar las balas como neo y los neocons van a flippar, así que les diremos que ya no creemos en dinero, que son solo unos números en sus pantallas en sus oficinas y que ya no intentamos entrar allí jamás. Se quedarán sólos, pobres, con sus misiles y microchips y niños muertos y misiones que no funcionaban. antes de la guerra, niña, el mundo no iba correcta mente pero había mentes que no se lo creían las que sentían la energía directa mente del sol y del horizonte y de los paisajes y de los árboles y de las moscas y de los parásitos de dentro de las moscas y de la luz de la materia oscura de dentro de los parásitos.
Las guerras viven exclusiva mente en las películas. Qué no tengas miedo saltar al agujero negro. Que al otro lado de la noche hay un día de un universo nuevo. Que la tierra está acostubrada y que hay unos extraterrestres que lo tienen todo bajo control y que viven dentro de ti y que estamos de los otros y que si quieres que éstos vuelan por donde les gustaría, tienes que crear les un cosmos vasto y de colores y tal.


1 comentario:

jg riobò dijo...

La guerra infinita consiste en almacenar cadáveres unos encima de otros como las letras de esa falsa libertad.