jueves

2012

Esto se acabará bien. No pasa nada. Olvidarémos quién somos. Por fin. Al final se da cuenta hasta el idiota que vive al lado. No te van a llamar que no llegaste al trabajo. No vas a faltar a nadie. Pero también no funcionarán las redes de telecomunicación. Los cables se atascarán. La hierba se volverá salvaje. Las palomas mensajeras estarán despedidas. Las linguas se secarán definita mente
Y si los electrones se marcharán de nuestros núcleos. Y si las moscas salidas de los niños muertos sobrevolarán los gibraltares. Y si los mosquitos disfrutarán de nuevo cambio climático. Y si los coches se pararán y los planetas darán la vuelta extraña. Y si no somos humanos.
La libertad no es necesaria.
La proliferación de las posibilidades mata la realidad, la única, el único universo vivo.
Ya no voy a tomar decisiones, me deshaceré de esta malacostumbre que me complica la vida.
Habrá falta saltar de los anillos de saturno.
Habrá la falta última de una consciencia humana y culturizada y civilizada y artificial y lista y buena.
Habrán animales viviendo en la cocina de tu casa natural y salvaje mente.
Cuando no te falta nada ni nadie.
Cuando ya no hay diferencia entre algo y alquien.
Cuando incluso los pájaros cantan por la noche.
Cuando los arco idis tendrán una banda sonora oscura.
Érase un universo y lo eras tú mismo.
Lo conocido ya no va a tardar nada.
Estaba un mundo de las selvas y de los glaciares.
Estaba un mundo habitado por un animal con ganas de organizar.
Era un error, un desliz, una anomalía, un evento desgraciado, un sapiens.
Cuando nos terminaremos, no pasará nada excepcional.
Tranquila mente nos vamos a contradecir y divertir y viajar sin moverse.
Desde el punto de vista energético se trata del retorno hacia lo normal.
Desde el punto de vista de pájaro se trata de demasiado campos quemados.
Desde el punto de vista de una placa tectónica están llegando tiempos de cierta tensión.
Desde el lugar de vista de un hombre se verá el universo con todos sus agujeros incluido.
Se lo llamaba el dios, pero, en realidad, era sólo la mente de cada uno. Un estado de ánimo. La alma lúcida, la que no tiene por qué preocuparse por nada. La de nada. Los electrones no son bolitas pequeñas, sino olas de probabilidad y, sobre todo, de improbabilidad. Cada electron se halla en el universo entero a la vez.
Hasta que alquien lo vea.
Voy a dejar de ver a mí mismo. Cerraré mis ojos ante mi propia consciencia. Ya no me hace falta pensar. No me recuerdo cuando probé por última vez el sabor de una decisión. Ya no puedo cometer errores. Simple mente no es posible. El cespéd me entiende, y así me siento aceptado por todo el cosmos. Ya me da igual que opino sobre mis ideas. Ya no estoy capaz de contestar ninguna pregunta. Ya no puede no ver la luz por la noche. Ya no se encuentra ni bien ni mal. Deja de buscar al dios, hay que empezar a hablar con él y ella y ello y con los dioses.
Cuando los días ocupa la oscuridad.
Cuando me ocupo con una historia universal.
Dentro está fuera y fuera está dentro.
Siento, luego adivino. Estoy atrapado. El infinito no me deja ser finito. Una putada y un buen rollo. Vivir la vida de un inmortal. Cada día tiene número de dimensiones diferentes. El cambio no existe. Cuando se para el tiempo para siempre. Cuando el último calendario del año de 2012 desaparecerá en el fuego, cuando no habrá ningún nuevo para sustituirlo, cuando nadie tendrá tiempo para molestarse por ello. Mientras que tú no observas tus elecrones, los dioses se preocupan de ellos. Cuando todas las versiones de filosofía se vuelven compatibles. La historia se pierde en la eternidad, es que allí no hay señales de tráfico, es que allí no hay tráfico, es que allí no se sabe dónde termina aquí y comienza allí. Un día olvidaré a propósito mi cabeza en un borde de un abismo.
Cuando las seis direcciones se convierten en una.
El tiempo no puede estar nebuloso.
Éxplicaselo a los nubes.
Quién coño inventó la muerte. Qué idea más rara es el dolor. Desde ahora me iré dessarrollando mi propio ejercito de los sentimientos y luego, los dejaré a todos fallecer en un desierto cualquiera. Qué la arena se divierta con ellos hasta la muerte.
Habrá calor pero a nadie va a faltar abrigo.
Habrá mucho más luz solar pero la piel se pondrá intocable.
Hay muchos elementos químicos que viven en los afueras de la tabla que perjudican el organismo humano pero a los cuerpos sin órganos les da igual.
Pronto llegarán cambios. No pasará nada. Todo se vuelve diferente. Gobernará el olvido. Los colores y el vacío. Te sentirás como un parásito sentado en tu cuerpo. Ya está pasando hace tiempo. Estoy hablando de lo que hace el tiempo cuando se hace
Estoy escribiendo sobre el fin de nuestro mundo
Estoy proclamando la necesidad de escuchar atenta mente a los viruses y a las bactérias
Estoy gritando que seguimos contemplando la autodescomposición de una gran verdad
Estoy quemándome en el mar adentro
Estoy entre
Estoy dentro y estoy fuera
Estoy feliz y sin miedos
Estoy presentando el futuro
Estoy pasando de moda
Estoy paseando por los huecos del universo
Estoy rompiéndome la identidad
Estoy de espacio
y viviré lo que desde los lugares de mi imaginación dejará emerger el tiempo y

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